Por: Juan Pablo Boccardi, Head of Fintech & Banking Industry de Simetrik.
La semana pasada se conoció en las noticias que distintas fintech han sufrido grandes pérdidas debido a incidentes graves en su operación. Si bien la primera causa evidente es la ocurrencia de fraudes, como en el caso de una conocida fintech de Europa que informó haber perdido unos 20 millones de dólares en su programa de tarjetas de débito en Estados Unidos, al analizar el caso más a fondo podemos identificar otra razón aún más profunda que explica que incidentes como este pasen “inadvertidos” durante un largo tiempo: se trata de la falta de un proceso de conciliación oportuno y detallado.
De antemano sabemos que la conciliación es uno de los procesos más subestimados y con menos inversión de recursos de las nuevas empresas de pago, donde existe una función de compensación y liquidación. Con demasiada frecuencia, las áreas de finanzas operativas carecen de las herramientas necesarias para automatizar este proceso.
Las empresas tienden a dirigir el grueso de sus recursos a optimizar procesos como la atención al cliente, la experiencia final, la expansión de su red y la generación de ingresos, dejando de lado el backoffice que solo ven los usuarios internos. Por otra parte, optar por desarrollar soluciones propias de automatización robótica de procesos (RPA) para la conciliación financiera es un proceso complejo que requiere de tiempo y recursos, y que además desvía la atención de los equipos financieros y de desarrollo de las tareas fundamentales a las que deberían dedicarse de lleno.
La mayoría de los modelos fintech de pago, ya sean wallets o proveedores de servicios de pago (PSP), generan ingresos basados en una fracción del valor procesado o el número de transacciones procesadas. Si pensamos en puntos básicos, una empresa fintech consolidada, a menudo generará entre 50 y 100 puntos básicos (0,5%-1%) del valor total de los pagos procesados a través de su plataforma.
Al mismo tiempo, muchas fintech de la industria de pagos administran el valor bruto de todos los fondos procesados a través de su plataforma, y por ende pueden sufrir pérdidas por el valor nominal completo. Si una fintech procesa, por ejemplo, mil millones de dólares al mes en valor total, en teoría está en riesgo de perder los mil millones completos, aunque sus ingresos solo sean de unos 5 a 10 millones de dólares. Esta es la métrica que comúnmente conocemos como “value at risk”.
En este ejemplo, si esta empresa opera al 0,5-1% del valor total procesado, cuando no se realiza una conciliación adecuada, oportuna y hasta el último centavo, corre el riesgo de perder entre 100 y 200 veces los ingresos generados al procesar ese mismo valor.
Habitualmente, los problemas de conciliación surgen debido a alguna excepción o falla en el proceso. Puede tratarse de algún problema entre el procesador central/extremo y la plataforma fintech, disputas sobre las transacciones (por ejemplo, no autorizadas), reversos (por ejemplo, fondos insuficientes), falta de procesamiento de ciertas transacciones (por ejemplo, lotes no procesados) o procesamiento doble (transacciones duplicadas), entre otros.
Y cuando hablamos de empresas que operan globalmente y procesan millones de transacciones por día, la probabilidad de ocurrencia de este tipo de eventos aumenta, al mismo tiempo que disminuyen las capacidades de control utilizando las herramientas habituales.
Casos como el de la fintech que recientemente perdió más de 20 millones de dólares, combinan una decisión de negocio arriesgada con un error técnico: de alguna manera convertir las transacciones rechazadas en reembolsos. La situación es aún más grave cuando conocemos que fue el banco el que alertó a la empresa sobre el déficit en la cuenta bancaria del programa, en lugar de que el problema se viera reflejado a tiempo en el propio proceso interno de conciliación de la compañía.
No hace falta decir que situaciones como esta simplemente no deberían ocurrir. Y aún así, se trata de una problemática que vemos cada vez con más frecuencia en todas las industrias, sobre todo la financiera. La buena noticia es que existen soluciones, accesibles, adaptables e impulsadas por tecnología, que pueden ayudar a las empresas a gestionar riesgos, centralizar flujos de datos financieros en una única fuente de verdad y llevar el control end-to-end de todos los procesos operativos, financieros y de cumplimiento, para así evitar problemas y pérdidas financieras que hoy en día son fácilmente previsibles.
Desde nuestros inicios, en Simetrik hemos caminado en esa dirección, obsesionados con resolver las dificultades propias de la conciliación financiera y buscando ofrecer a las empresas una respuesta a la creciente complejidad de los ecosistemas de negocios globales y de pagos, que cada día incorporan más volumen, más participantes y más regulaciones, al tiempo que enfrentan márgenes más comprimidos.
Para resolver este desafío, desde Simetrik empoderamos a los equipos de FinOps y contabilidad con un software impulsado por Big Data y tecnología no-code que simplifica las conciliaciones operativas y financieras y proporciona una única fuente de verdad. Con nuestra herramienta, los equipos de FinOps pueden tener un control total de las operaciones financieras y lograr mayores niveles de automatización, lo que resulta en una mejor visibilidad, aumento de productividad y mayor confianza en los datos financieros. Además, nuestra plataforma segura y escalable garantiza el cumplimiento normativo y la precisión de todas las transacciones, sin limitaciones geográficas.
Las empresas pueden, y deben, tener la capacidad de detectar discrepancias entre fuentes de información financiera de manera rápida y oportuna, y mantener un control óptimo y completo que les permita prevenir, y si fuera el caso, manejar adecuadamente cualquier situación de riesgo. De eso se trata la conciliación financiera: de cómo no perder 20 millones de dólares de su compañía.
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